Tarifa, Algeciras, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera*, Alcalá de los Gazules, Arcos de la Frontera*, Bornos, Villamartín*, Cortes de la Frontera*, Benaoján*, Ronda*, Olvera, Pruna, Morón de la Frontera, La Puebla de Cazalla*, Osuna, Aguadulce, Estepa*, Casariche, Puente Genil*, Aguilar de la Frontera, Herrera, El Rubio, Lantejuela, Écija*, Cañada Rosal, Palma del Río*, Peñaflor, Lora del Río, Carmona, Villanueva del Río, Alcolea del Río*, Constantina*, Cazalla de la Sierra, Alanís, Guadalcanal, Fuente del Arco, Reina, Casas de Reina, Llerena, Granja de Torrehermosa, Azuaga, Berlanga, Ahillones, Higuera de Llerena, Valencia de las Torres*, Llera*, Hornachos, Puebla del Prior*, y Almendralejo.

domingo, 19 de enero de 2014

CAMINO DE LA FRONTERA Y CAMINO DE SANTIAGO.

La frontera de Andalucía se define a raíz de las conquistas castellanas desde comienzos de siglo XIII, quedando dividido el ámbito andaluz por un límite cambiante que separa el dominio cristiano del baluarte musulmán del reino de Granada. Una frontera política y cultural que permanece hasta finales del siglo XV, con largos periodos de paz y puntuales contiendas bélicas. Sin lugar a dudas el territorio y el poblamiento quedarán marcados por dicha realidad fronteriza a lo largo de casi tres siglos[1].
La vinculación santiaguista de la frontera de Granada, en el antiguo reino de Sevilla, se constata por la confluencia con el Priorato Leonés de Santiago en la encomienda jacobea de Estepa donde el “camino de la Frontera” se convertía también en “camino de Santiago”. Además queda contrastada la filiación santiaguista de las localidades pertenecientes al Camino de la Frontera por la existencia de iglesias parroquiales jacobeas, la celebración de fiestas patronales en honor a Santiago Apóstol, y la denominación de arroyos, calles, fuentes y términos rurales de raíz santiaguista, entre otros muchos aspectos.


[1] J. Mata Carriazo, M. González Jiménez, J. Rodríguez Molina, M. Rojas Gabriel, y M. García Fernández.